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Personajes destacados
Roque Chabás y Llorens
Roque Chabás Llorens (Dénia 1844,+ 1914), canónigo archivero de la Catedral, es una de las glorias más señaladas del Cabildo Metropolitano de Valencia de todos los tiempos, dentro del grupo de canónigos cultivadores ilustres de la Historia y las Humanidades, entre los cuales descollaron los nombres de Francisco Pérez Bayer y Juan Antonio Mayans en el siglo XVIII, de Miguel Cortés y López en el XIX y de Roque Chabás y José Sanchis Sivera en el XX. Miembro de una familia bien acomodada de comerciantes de origen francés asentada en Denia en el siglo XVIII, estudió en el Seminario Conciliar Central de Valencia, hasta ordenarse de presbítero en 1868 y recibir el birrete de doctor en Teología en 1885.
Durante la primera etapa de su vida, en su ciudad natal, ejerció el ministerio pastoral como vicario de la iglesia de San Antonio, a la vez que servía los cargos de director del hospital municipal y capellán castrense de la plaza. Pero su vocación de historiador le impulsó a redactar una Historia de la ciudad de Denia, que apareció en 1874-1876 en dos tomos, muy apreciada y reeditada varias veces. Mayor trascendencia tuvo la fundación de la revista El Archivo. Revista de Ciencias Históricas (1886-1893), de la cual se imprimieron siete tomos anuales; una publicación editada y dirigida de forma personal y sacrificada sin reparar en gastos ni en esfuerzo. La revista le reportó un notable prestigio, demostrado en los diversos nombramientos para formar parte de múltiples corporaciones académicas y culturales: miembro de la Sociedad Arqueológica Valenciana, socio de Honor de la Sociedad Lo Rat Penat, de número de la Real Academia de Bellas Artes San Carlos de Valencia, individuo correspondiente de la Real Academia de la Historia de Madrid y de la Real Academia de Buena Letras de Barcelona, así como de la Sociedad Arqueológica Luliana de Palma de Mallorca. La Diputación de Alicante lo distinguió en1887 con el título de cronista de la provincia. También gracias a El Archivo Chabás pudo entrar en relación con algunos de los historiadores de mayor relieve en España y en Europa.
Pronto demostró, junto con su valía para la investigación histórica, sus dotes para la profesión de archivero y el rigor y buen método en el tratamiento de las fuentes documentales, con la ordenación de los archivos de las parroquias de Dénia y de Xàbia, y más tarde del rico archivo municipal de Alzira, cuyo inventario publicó a sus expensas. Después de opositar a una plaza de canónigo de la Colegiata de San Nicolás de Alicante, y más tarde a la de canónigo archivero de la Catedral de Zaragoza, fue nombrado canónigo de la Catedral Metropolitana de Valencia en diciembre de 1890.
Aquí obtuvo pronto la dirección del archivo capitular, que se convirtió en el marco idóneo de sus inquietudes investigadoras. En primer lugar, hubo de dar una ordenación adecuada al enorme depósito, entonces desordenado, con documentación incluso anterior a la conquista del siglo XIII, y lo hizo con tanto acierto y dedicación que lo convirtió en ejemplo de los archivos capitulares en España, invirtiendo en la labor de sistematización y catalogación no menos de una década. De estos trabajos dio cuenta en un informe publicado en la Revista de Bibliografia Catalana en 1903. Podemos decir que el Archivo fue la obra de su vida y el centro y base de sus trabajos de investigación.
Como historiador, Chabás destaca por la solvencia y rigor de su método y la investigación sobre fuentes directas, en la línea del criticismo europeo del siglo XVIII y el historicismo y el positivismo de las mejores escuelas históricas de su tiempo, como la alemana de Ranke, Hübner y Mommsen, con su y admirable colección de fuentes Monumenta Germaniae Historica.
En su etapa de canónigo de Valencia, Chabás dio los mejores frutos de su obra histórica, de historia del derecho o de edición de textos eruditos y literarios, que lo convirtieron en un historiador de referencia, cabeza de escuela y renovador de la historiografía valenciana moderna. Si hasta ese momento habían predominado las grandes obras de síntesis, ahora se impondrá, a través de la investigación de archivo, la elaboración de estudios monográficos, la edición de textos cronísticos y literarios, el examen de colecciones monetarias y epigráficas y de materiales arqueológicos, y en definitiva la aplicación del método científico sobre toda clase de tradiciones históricas, para verificar su fundamento real y veracidad. En conclusión, se debe a Chabás la introducción en Valencia de la historiografía científica o del método moderno en historia: Roque Chabás será, en este sentido «el primer investigador propiamente dicho de la historia valenciana».
Muchos de los frutos de su vasta producción se convertirían en obras clásicas de la historiografía del Reino de Valencia. Trabajos sobre el reinado de Jaime I y la conquista y repoblación del territorio valenciano, que fueron su preocupación más constante en su trayectoria de historiador; sobre aspectos artísticos de la Catedral; sobre el insigne médico valenciano del siglo XIII Arnau de Vilanova; sobre El Milagro de Luchente y los corporales de Daroca; la primera edición crítica del Espill o Llibre de les Dones de Jaume Roig; el poema satírico La brama dels llauradors de l’Horta, de Jaume Gassull.
Junto con los citados, deben subrayarse tres títulos fundamentales, que honran la carrera científica de Chabás. En primer lugar, el Estudio sobre los sermones valencianos de san Vicente Ferrer que se conservan manuscritos en la Biblioteca Metropolitana de Valencia (1902-1903), investigación pionera y de gran mérito en la oratoria vicentina. El estudio coetáneo, rigurosamente fundamentado, Génesis del derecho foral de Valencia (1903), que ponía las bases de un tema histórico capital: el origen de los Furs del reino. Su última obra, que la muerte en 1912 le impidió completar, Episcopologio Valentino (1909 y 1912), una historia de los obispos de la mitra de Valencia concebida no como una lista de biografías de prelados a la manera tradicional, sino como una historia integral de la diócesis, una concepción retomada años después por el más ilustre y capaz de sus continuadores, José Sanchis Sivera (1867-1937).
El canónigo Chabás, espíritu clarividente como pocos, tuvo la preocupación de dar proyección amplia y pública a los estudios históricos fuera de los márgenes habituales. A ello responden dos iniciativas llamadas a tener una repercusión mayor de lo que era razonable esperar. En su calidad de director de la Sección de Historia y Arqueología de Lo Rat Penat fue activo colaborador en la preparación de la admirable Exposició d’Art Retrospectiu abierta en 1908 por esta entidad, en conmemoración del Séptimo Centenario del nacimiento de Jaime I, el gran monarca fundador del Reino de Valencia. Y el mismo año formaba parte de la comisión promotora del Primer Congreso de Historia de la Corona de Aragón, en representación de Valencia, junto con otros dos distinguidos historiadores, el catalán Francesc Carreras Candi, autor de la propuesta, y Eduardo Ibarra Rodríguez, catedrático de la Universidad de Zaragoza, por Aragón. El congreso se celebró finalmente en Barcelona, y de su fortuna histórica baste decir que en el próximo pasado año 2017 se ha celebrado en Roma y Nápoles el XX Congreso de la serie que dio comienzo con aquél de 1908.
Texto redactado por Mateu Rodrigo Lizondo, Universitat de València
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