Personajes destacados
Calixto Hernández Hernando
Calixto Hernández Hernando (Bello, 1862, octubre 12-Valencia 1943, marzo 2)
Hijo de Ramón y María Rosa, obtuvo el grado de bachiller en el seminario de Zaragoza y el de académico de la Pontificia Tiberina, siendo ordenado sacerdote por Honorio María Onaindía, obispo de Huesca, el 20 de septiembre de 1884. Sus primeros destinos estuvieron vinculados a la diócesis de Zaragoza: Cañizar y La Zoma (1885-1886), Bádenas (1886-1887), Valderrobres (1887-1888).
En 1888 paso a La Habana sucesivamente como párroco San Pedro de Quivicán y San Felipe (1888), de Santa Elena (1889), de Ntra. Srª. de la Visitación de Baja (1889-1895), de San Hilario de Guanajay (1895). Su labor en este último destino le valió la concesión en 1898 de la Cruz de primera clase de la Orden civil de Beneficencia del Consejo de Estado por atender personalmente a más de mil quinientos afectados de viruela, ayudando como capellán a los soldados con motivo de la guerra con los EEUU y denunciando los abusos con los nativos.
Tras su regreso a España regentó la capellanía de la iglesia pontificia de San Miguel de Madrid (1899). El 19 de diciembre de 1902 será nombrado canónigo de la catedral de Jaén, donde estuvo hasta que permutó su canonjía por otra en Badajoz, donde fue juez sinodal y confesor de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, además de tener licencia para predicar en las diócesis de Zaragoza, Santander y Jaén y confesar religiosas en Tortosa.
El 30 de agosto de 1907 será nombrado canónigo de la catedral de Valencia, tomando posesión el 16 de septiembre, siendo presidente de la Junta Diocesana de Defensa del Clero, vocal de las Juntas Provinciales de lucha contra la tuberculosis y protección a la infancia. Durante la guerra se refugió en casa de unos familiares hasta que fue encarcelado en las torres de Quart, según testimonio de su pariente Teresa Badenes Boluda, siendo liberado tras colaborar con la Republica su sobrina Elvira Boluda Hernández. Después de la guerra, según él mismo señala, prácticamente no pudo salir de casa. El 14 de octubre 1940, acabada la guerra civil, escribía en la hoja de guarda del volumen de la Nova Collectio continens formas benedictionum…, coordinado por Mariano Puigllat y publicado en Barcelona en 1853: “Calixto Hernández, académico de la Pontificia Tiberina, párroco de Termisio y vicario foráneo casi episcopal, y condecorado con la Gran Cruz de Beneficencia (Habana, 14 de octubre de 1898)”. En esa misma nota se intitulaba decano del cabildo de la Catedral de Valencia con 33 años de canónigo en Valencia. Vivía en la calle conde Trenor, núm. 7 principal de Valencia y antes había vivido en la calle Samaniego.
Murió en Valencia, como decano de la metropolitana, el 2 de marzo de 1943, siendo enterrado en el panteón capitular.
Entre sus obras destaca una Historia de la Pasión de Jesús (Alcañiz: imprenta de Manuel Delgado, s.a. [1887]). En 1887 había impreso en Barcelona (Tipografía de la Casa Provincial de la Caridad) un pequeño opúsculo: “El orador cristiano o sea retórica sagrada, dirigida a sacerdotes y seminaristas que deseasen ser buenos oradores. Dicho año era cura regente de Vallderrobres (Teruel)
Bibliografía: BOAV (1943), p. 99; Cárcel Ortí, V., Obispos y sacerdotes valencianos de los siglos XIX y XX Diccionario histórico. Valencia: Edicep, 2010, p. 517; Jaime Loren, José María de- Jaime Gómez, José de, Catálogo de personalidades destacadas del valle del Jiloca. Edición electrónica, pp. 199-202; Gascón Guimbao, D., Relación de escritores de la provincia de Teruel. Zaragoza 1908, p. 106; Badenes Guitián, T., “Recuerdos de doña Teresa Badenes Boluda, hija de Teresa Boluda Martí, encarcelada en Alaquas durante la guerra”, Quaderns d’ínvestigació d’Alaquàs (2014), pp. 149-154.
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